jueves, 21 de julio de 2016

Novedades en las comunicaciones de radio de la F1

La polémica está servida. La FIA ha decidido endurecer la normativa de las comunicaciones por radio después del caso de Mercedes en el Gran Premio de Gran Bretaña. Entre otras reglas, un monoplaza que tenga un problema deberá acudir al garaje para arreglarlo o abandonar en lugar de intentar resolverlo en pista.


Car And Driver-. La FIA ha mejorado las instrucciones sobre el uso de los mensajes de radio para los equipos de Fórmula 1 tras la polémica del Gran Premio de Gran Bretaña, cita en la que Nico Rosberg recibió una sanción por recibir una información prohibida de Mercedes, pues los de Brackley decidieron ayudarle a resolver un problema con la caja de cambios.

Finalmente los vigentes campeones del mundo decidieron no apelar y tras finalizar segundo, la penalización de diez segundos trasladó al alemán a la tercera posición, lo que hizo a Max Verstappen ascender un puesto.

Un área se ha relajado, ya que las restricciones ahora están cuando el coche es fuera del pitlane en lugar que en el garaje, así que ahora se pueden dar todo tipo de indicaciones en la calle de boxes. Sin embargo, la Federación ha decidido ser más estricta con las conversaciones sobre problemas, pues ahora cualquier coche con un fallo deberá pasar por boxes para resolver cada inconveniente. A continuación se explican los principales cambios. El primero se refiere a en qué momento se aplican las restricciones y los demás a lo que cubren las mismas:

Normativa antigua: en todo momento cuando el coche esté fuera del garaje con el motor en marcha y el piloto dentro (con la expecpción de cualquier momento en que el coche esté en el pitlane el día de la carrera antes o entre las vueltas de instalación). Esto incluye todas las vueltas.

Normativa actual: en todo momento que el coche esté fuera del pitlane con el motor en marcha y el piloto dentro (con la excepción de la vuelta de deceleración, una vez que el piloto haya cruzado la línea de meta de la carrera).

De este modo, si un piloto quiere recibir una instrucción sobre un problema debe pasar por el pitlane, sin necesidad de realizar una parada, esto le obliga, por llamarlo de algún modo a hacer una especie de 'drive through' auto impuesto para solucionar el fallo, si es que se puede solventar.

En una directiva técnica enviada a los equipos de F1, este miércoles, la FIA ha alterado significativamente el número dos de la lista de mensajes permitidos:

Normativa antigua: Indicación de un problema crítico con el coche, cualquier mensaje de este tipo sólo se puede usar si el fallo de un componente o de un sistema es inminente o potencialmente terminal.

Normativa actual: Indicación de un problema con el coche, cualquier mensaje de este tipo debe incluir una instrucción irreversible para entrar en el garaje a rectificar el problema o retirar el coche.

Si esta regla hubiera estado para Silverstone, Rosberg tendría que haber acudido al garaje y el equipo podría haber tenido permiso allí para informarle cómo resolver el problema que experimentaba.

El punto número tres sobre la "información respecto a algún daño en el coche" también se ha modificado:

Normativa antigua: Información respecto a un daño en el monoplaza.

Normativa actual: Información respecto a un daño en el chasis del monoplaza.

Normativa antigua: Las instrucciones para seleccionar bases con el único objetivo de mitigar la pérdida de función de un sensor, activador o controlador, cuya degradación o fallo no se detectó ni se manejó por el software del volante. De acuerdo con el artículo 8.2.4., cualquier nuevo ajuste seleccionado de esta forma no debe aumentar el rendimiento del coche más del que tenía cuando perdió la función.

Normativa actual: Las instrucciones para seleccionar las bases del piloto deben darse con el único objetivo de mitigar la pérdida de función de un sensor, activador o controlador, cuya degradación o fallo no se detectara y manejara en el software del volante. Será responsabilidad de cualquier equipo que dé esa instrucción convencer al delegado técnico de la FIA de que cualquier nuevo ajuste no mejoró el rendimiento del coche en comparación con el que tenía antes de la pérdida de función.